Consejos para disfrutar de las vacaciones en familia

(sobre todo si sois primerizos)

Las fiestas navideñas son una época mágica llena de alegría, amor y tradiciones familiares. Compartir esta temporada con hijos, familiares y amigos es una experiencia única y memorable, pero también se trata de fechas algo estresantes, sobre todo cuando hay bebés y niños pequeños: exceso de compromisos, cambio de rutinas, demasiados estímulos, comidas y cenas en las que todos opinan… Por otro lado, son fechas en las que se depositan muchas expectativas y ya sabemos que cuando hay niños pequeños en casa, lo mejor es no tenerlas.

Aquí os dejamos algunos consejos para disfrutar al máximo la Navidad en familia:

• Establecer Expectativas Realistas: La perfección no es el objetivo. Reconoce que las cosas pueden no salir según lo planeado y acepta la idea de que los imprevistos pueden ocurrir. Mantener expectativas realistas os permitirá disfrutar de las fiestas sin la presión de cumplir con estándares poco realistas.

• Planificación Anticipada: Elaborar un plan con anticipación puede ayudar a reducir el estrés y garantizar que todos los miembros de la familia estén en sintonía. Coordinad con tiempo las fechas para eventos especiales, compras navideñas y cualquier actividad que queráis hacer, una planificación organizada brinda espacio para la anticipación y la emoción sin proyectar el estrés a los más pequeños.

• Repartir Responsabilidades: Distribuir las responsabilidades entre los miembros de la familia puede aliviar la carga y hacer que todos se sientan más involucrados. Desde la decoración y las compras de regalos, hasta la preparación de comidas, compartir tareas permite que cada miembro contribuya al éxito de las celebraciones. Intentad gestionar bien las visitas, insistiendo en que os avisen antes de ir y poniendo horarios acordes a vuestras rutinas. Si se trata de un plan fuera de casa y no os apetece porque estáis cansados u os parece incompatible con un bebé, no tenéis porque forzarlo, hay tiempo para volver a retomar agenda social y seguro que lo comprenderán. Por otro lado, por mucho que os apetezca organizar algo en casa, las primeras navidades no son muy compatibles con ejercer de anfitriones, intentad ser vosotros quienes vayáis a casa de amigos o familia en las fechas clave de forma que podáis llegar o iros cuando consideréis oportuno, ¡y dejaros ayudar para relajaros y descansar un poco!

• Establecer límites: Si alguien dice o hace algo que no os gusta respecto a vuestros hijos, hacédselo saber con respeto y asertividad, probablemente no sea algo malintencionado y en la comunicación está la clave de todo. Tanto si no queréis que cojan o besen a vuestro bebé, como si hay ciertos regalos o comentarios que os parecen inapropiados, simplemente tenéis que decirlo. ¡Los límites son buenos, sanos y necesarios! El hacer saber lo que os viene bien y lo que no, así como lo que os gusta y lo que no, os ahorrará disgustos y malentendidos.

• Que no falte el humor: Váis a vivir muchas situaciones peculiares o incómodas en estas fechas, pero también muchas anécdotas y escenas divertidas. Pensad que cuando se juntan tantas personas y de diferentes generaciones, es normal que existan ciertas diferencias, sobre todo en lo relativo a la educación y la crianza: el bebé nunca estará lo suficientemente abrigado y seguro que todos sabrán mejor que vosotros qué le pasa o como calmarle 🙂

Tomadlo con humor y no dudéis de vuestra capacidad ni de vuestras decisiones, ¡lo estáis haciendo genial!

Y superada la parte más compleja, os damos algunas ideas para crear maravillosos recuerdos en compañía de vuestros hijos y seres queridos:

• Crear Tradiciones Familiares: Las tradiciones son el pegamento que une a las familias. Considera la posibilidad de establecer rituales navideños que perduren en el tiempo. Puede ser desde hornear galletas juntos, hasta hacer manualidades festivas o incluso ver una película clásica de Navidad en familia. Estas actividades no solo crean recuerdos duraderos, sino que también fomentan un sentido de pertenencia y unidad.

• Involucrar a los Niños en la Decoración: Deja que tus hijos participen en la decoración del hogar. Esto no solo les proporciona una oportunidad para expresar su creatividad, sino que también les hace sentir que son parte importante de la celebración. Puedes asignarles la tarea de hacer adornos caseros o pedir su opinión sobre la disposición del árbol de Navidad.

• Fomentar la Generosidad y la Solidaridad: La Navidad es un momento perfecto para enseñar a los niños sobre la importancia de dar. Involúcralos en actividades solidarias, como donar juguetes a organizaciones benéficas, participar en programas de voluntariado o simplemente pequeños gestos amables hacia los demás. Estas experiencias les enseñarán valores fundamentales y les recordarán el verdadero espíritu navideño.

• Planificar Actividades Especiales: Organiza actividades específicas para la temporada que involucren a toda la familia. Pueden ser desde paseos para ver las luces, visitas a mercados navideños locales, hasta tardes de juegos temáticos. Mantén un equilibrio entre la diversión y la relajación para evitar el estrés innecesario y permitir que todos disfruten de estas actividades juntos.

• Disfrutar de Momentos Tranquilos: Entre la emoción y las actividades bulliciosas, reserva tiempo para el autocuidado y momentos más tranquilos. Leer cuentos navideños juntos, disfrutar de una noche de películas en casa o simplemente acurrucarse junto al árbol con una taza de chocolate caliente pueden ser momentos igualmente especiales.

La Navidad es una oportunidad maravillosa para fortalecer los lazos familiares y crear recuerdos duraderos con tus hijos. 

Al centrarte en crear recuerdos bonitos,  la generosidad, la empatía,  la diversión y los momentos simples, podrás disfrutar más fácilmente de esta mágica temporada. 

Recuerda establecer expectativas realistas y recordar que las Navidades no siempre son perfectas. Los niños pueden cansarse, los planes pueden cambiar y las cosas pueden no salir según lo esperado. Mantén una actitud flexible y relajada, enfocándote en disfrutar del tiempo en familia en lugar de buscar la perfección.

¡Felices fiestas!

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