Todo lo que necesitas saber sobre la succión del bebé: instinto, evolución y succión no nutritiva
La succión es uno de los primeros y más vitales reflejos que manifiestan los bebés al nacer. Desde los primeros momentos de vida, este instinto natural permite que el bebé se alimente y se sienta reconfortado. Es un proceso que evoluciona a lo largo de los primeros meses y es fundamental para su desarrollo, tanto físico como emocional.
En este artículo descubrirás las diferentes formas de succión, su papel en la lactancia y la relación con el uso del chupete, para que las familias puedan comprender mejor este importante proceso.
Los primeros reflejos de succión
Desde el nacimiento, los bebés están equipados con un reflejo de succión innato, el cual es esencial para su supervivencia. Este reflejo se activa cuando algo roza el paladar o los labios del bebé, lo que lo lleva a comenzar a succionar de inmediato. Este instinto no solo les permite alimentarse de leche materna o fórmula, sino que también cumple una función de consuelo y protección.
A medida que el bebé crece, el reflejo de succión evoluciona y se transforma en un acto más controlado, especialmente cuando alcanza los tres o cuatro meses de vida. Sin embargo, este reflejo temprano es crucial para establecer un patrón de alimentación eficiente y una conexión profunda entre la madre y el bebé, ya que a través de la lactancia se fortalece el vínculo afectivo.
La succión nutritiva y la no nutritiva
Es importante distinguir entre dos tipos de succión que los bebés practican: la succión nutritiva y la succión no nutritiva.
- Succión nutritiva: Se refiere al acto de succionar para obtener leche durante la lactancia materna o cuando el bebé toma el biberón. Este tipo de succión sigue un ritmo más pausado, con pausas regulares para tragar y respirar. Es fundamental para asegurar que el bebé reciba el alimento necesario para su crecimiento y desarrollo.
- Succión no nutritiva: Ocurre cuando el bebé succiona sin la intención de obtener alimento. Se desarrolla antes del nacimiento y comienza como embrión en el útero. Este tipo de succión puede observarse cuando el bebé se chupa el dedo o el chupete. Aunque no recibe leche, la succión no nutritiva juega un papel clave en la autorregulación emocional, ya que calma y reconforta al bebé. Es un hábito común en los primeros meses de vida, y los expertos coinciden en que es beneficioso para su bienestar emocional.
La succión y la lactancia
La succión eficiente es clave para una lactancia exitosa. Durante la lactancia materna, el bebé debe succionar de manera correcta para obtener la leche de los conductos mamarios. A medida que el bebé succiona, se favorece la secreción de oxitocina en el cuerpo de la madre, hormona que, entre otras cosas, estimula el reflejo de eyección y ayuda a que la leche fluya hacia la boca del bebé. Este proceso no solo asegura que el bebé se alimente adecuadamente, sino que también fortalece el apego y el vínculo madre-hijo a través del contacto piel con piel.
Es importante que las madres se sientan apoyadas durante este proceso, ya que la succión puede requerir paciencia y práctica tanto para el bebé como para la madre. Si el bebé presenta dificultades al succionar, sobre todo en el caso de bebés prematuros, puede ser útil consultar con vuestro pediatra de referencia y con un especialista en lactancia para garantizar que ambos se sientan cómodos y seguros, y que el desarrollo de este reflejo está siendo el correcto.
El uso del chupete: ¿Cuándo es recomendable?
El chupete es una herramienta que puede ser útil para calmar al bebé mediante la succión no nutritiva. Su uso es motivo de debate entre algunos expertos, pero si se utiliza correctamente, puede ofrecer varios beneficios.
El chupete puede ayudar a reducir el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) durante el sueño, ya que estimula una respiración más constante. También puede servir como una fuente de confort en situaciones de estrés o malestar, como cuando el bebé está molesto o necesita dormir.
Sin embargo, es importante tener en cuenta algunas recomendaciones:
- Introduce el chupete después de que la lactancia esté bien establecida: La Asociación Española de Pediatría (AEP) sugiere esperar a que el bebé tenga al menos 3-4 semanas de vida para ofrecer el chupete, asegurándose de que el patrón de lactancia esté consolidado. De esta forma, se evitan posibles interferencias con la succión nutritiva.
- Utiliza el chupete con moderación: Aunque el chupete es una gran herramienta de consuelo, se recomienda utilizarlo con mesura. Un uso prolongado y sin control puede interferir con el desarrollo del lenguaje y la dentición del bebé.
Beneficios de la succión para el confort y la tranquilidad del bebé
La succión, tanto nutritiva como no nutritiva, aporta grandes beneficios al bienestar de tu bebé. Entre ellos se encuentran:
- Autorregulación emocional: La succión tiene un efecto calmante y les permite a los bebés manejar el estrés y la incomodidad. Esto es especialmente útil cuando el bebé tiene cólicos o está inquieto.
- Desarrollo oral: A través de la succión, los bebés desarrollan los músculos necesarios para hablar y masticar más adelante.
- Conexión con la madre: Durante la lactancia, la succión refuerza el vínculo emocional entre el bebé y la madre, promoviendo una relación segura y de apego.
- Facilita el sueño: Muchos bebés se calman y concilian el sueño más fácilmente cuando pueden succionar, ya sea mediante el pecho, el biberón o un chupete.
Esta necesidad de succión tan presente durante los primeros meses suele decrecer a partir del primer año de vida. Entender el proceso de succión en tu bebé te ayudará a responder a sus necesidades de forma más efectiva. La succión es mucho más que una manera de alimentarse; es una herramienta natural que les permite calmarse, relacionarse y desarrollar habilidades esenciales. La succión nutritiva, la no nutritiva y el uso del chupete pueden combinarse de manera positiva si se utilizan adecuadamente, brindando confort y seguridad tanto a tu bebé como a ti en estos primeros meses de vida.
Somos conscientes de que el proceso no es una tarea sencilla, de que durante la crianza no siempre sale todo a la primera, pero con apoyo, la información adecuada y paciencia seguro que vais dando pasitos en positivo.
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