Salud mental perinatal

La importancia de cuidarse para cuidar

Hay que cuidarse para poder cuidar. Seguro que habéis leído y escuchado esta frase en múltiples ocasiones, pero la realidad es que, aunque a veces parezca algo bastante obvio, llevarlo a la práctica no es tan sencillo.

Convertirse en madre y padre es una de las experiencias más gratificantes de la vida, pero también compleja, sobre todo para las madres ya que, además de lo que implica ser mamá, hay que contemplar un gran número de cambios físicos y emocionales que no siempre son agradables ni llevaderos.

Durante los primeros días, semanas y meses, conviven multitud de situaciones: conocer a tu bebé o bebés en caso de que se trate de un parto múltiple, recuperarse del parto, algo que requiere más tiempo y molestias si se ha tratado de cesárea ; implantar una lactancia (sea del tipo que sea), acoplarte a tu pareja en este nuevo rol ; acoplar los ritmos de esta familia recién creada ; y sacar tiempo para familiares y amigos que ansían conocer al nuevo miembro de la familia.

Todo esto resumido a grandes rasgos, ya que en realidad hay muchas más variables: el bebé puede encontrarse mal, dormir poco y llorar mucho, algo que es bastante habitual y que suele generar bastantes dudas y miedos al no saber qué hacer o si se está haciendo lo correcto ; gestionar el día a día, papeleos, cansancio acumulado y, en el caso de las madres, un gran cambio hormonal y emocional que a veces queda relegado a un segundo plano porque todo lo demás suele pasar a estar por delante, cuando no debería ser así.

Si una madre reciente tiene la oportunidad de recuperarse, cuidarse y establecer un vínculo fuerte y sano con su bebé, podrá abordar con otra perspectiva las complicaciones psicológicas que pueden surgir en todas las etapas de la maternidad y crianza.

En caso contrario, la probabilidad de sufrir depresión post-parto y otras complicaciones es mucho más elevada. Por ello, es de vital importancia cuidar las emociones tanto en las madres como en los recién nacidos durante el embarazo, parto y primer año de vida del bebé.

El bebé, en sus primeros tiempos, lo único que necesita es estar cerca de mamá, esta cercanía y conexión permitirá que se establezca el vínculo necesario entre ambos para que el bebé pueda crecer sano y seguro y que mamá también pueda sentirse fuerte y confiada. Precisamente por este motivo, tanto mamá como su entorno deben favorecer al máximo que tanto el bebé y ella misma estén bien.

Os dejamos algunos consejos para que podáis trabajar el autocuidado y la salud mental durante esta etapa tan relevante en vuestras vidas:

• Construir una red de apoyo en la que te sientas cómoda, amigas o familiares que entienda tu situación, grupos de lactancia, de crianza…, contar con mujeres con las que poder compartir tu experiencia, dudas, miedos u opiniones sin sentirse juzgada. Lo que conocemos como “hacer tribu”, grupos y relaciones que se apoyan en la fuerza, la empatía y el apoyo mútuo.

• Encuentra 5-10 minutitos para meditar y estirarte al despertar o al ir a la cama. Si no puedes hacerlo porque tu bebé re reclama, busca momentos a lo largo del día: mientras cocinas, en el coche… TYodos tenemos situaciones que nos permiten relajarnos y apretar el botón de pausar para poder escucharnos.

• Comunícate y pasa tiempo con tu pareja, ¡y no solo como padres! Recuerda que esta situación también es nueva para él o ella, que también está cansad@ y, sobre todo, que no puede leernos la mente, si hay algo que nos inquieta o molesta, házselo saber, la comunicación es la base de una relación saludable, sobre todo cuando pasamos a ser una familia.

• Escribe lo que sientes y cómo te sientes cada día, un diario es una gran herramienta para expresar nuestras emociones, soltar lo que nos preocupa y canalizar todo lo que tenemos dentro.

• Prioriza el descanso antes que las tareas del hogar, aunque sea un tópico, insistimos en ello: duerme cuando tu bebé duerma.

• Resérvate un ratito al día para tí y para hacer aquello que te gusta y que te haga sentir bien. ¿Cuál es tu hobbie?, ¿Qué te hace relajarte? Si te gusta leer pero no puedes, ponte un podcast o un audiolibro.

• Si puedes, haz algo de deporte y/o sal a dar un paseo y que te dé el sol porteando a tu bebé. Además de ayudar a la recuperación post-parto (siempre que nuestra salud ya nos lo permita) salir nos da perspectiva y el sol y la actividad física mejoran nuestro estado de ánimo, aumentando los niveles de vitamina D y de endorfinas (la hormona de la felicidad)

• Busca tu calma en los pequeños gestos y ratitos: una infusión, una onza de chocolate, una ducha express, un abrazo a tu pareja, oler a tu bebé y verle dormir… Llénate de todo aquello que te haga recargarte.

• Pon límites y comunícate de forma asertiva. Si algo no te gusta o te hace sentir mal, házlo saber, tanto si se trata de una opinión desagradable no pedida, como si no te gusta que cojan en brazos a tu bebé, o prefieres no tener ninguna visita durante las primeras semanas.

• Date tiempo y no te exijas demasiado. Estar cansada, sentirse triste, sola o incomprendida, así como tener dudas y miedos es lo más normal durante esta etapa. Además, ubicarte en esta nueva “tú” es un proceso y el postparto no son 40 días, la recuperación puede tardar meses e incluso dos años.

Pide ayuda a tu entorno si te estás sobrepasada y, en caso de sentirte mal, muy triste, perdida o angustiada, es el momento de contar con ayuda profesional que te proporcione todo lo necesario para cuidar tu salud mental y disfrutar de la maternidad y la crianza.

No lo olvides, eres una madre maravillosa y lo estás haciendo genial, pero igual que un bebé no nace sabiendo, mamá y papá tampoco, y vosotros también debéis cuidaros.

Si vosotr@ estáis bien y felices, vuestro bebé también lo estará.

Mientras tanto, desde Tigex haremos todo lo que esté a nuestro alcance para ofreceros productos y consejos que os hagan la vida más fácil durante esta etapa.